Nuevamente, tal y como sucedió hace unos meses con el
Brexit británico, se le dio la opción de elegir a la gente y va y ha terminado sucediendo precisamente lo que el
establishment (y también muchísimos otros, por qué no decirlo) no quería que sucediera. En las elecciones presidenciales estadounidenses
ha salido vencedor, no en margen de votos pero sí en el de electores, el señor Trump. Ese multimillonario machista, racista, homófobo, grosero, un fascista "de cara sonriente" sin experiencia política, con un proyecto muy controvertido y que ha hecho del insulto y los golpes bajos casi la única forma de hacer campaña, ha logrado salirse con la suya y pronto ocupará el legendario despacho oval de la Casa Blanca. Desde lo que casi podríamos considerar como la cima del mundo tendrá poder para influir en el destino, no ya solo de los habitantes de su país, sino también sobre el de centenares de millones de seres humanos de todo el planeta. Visto lo visto de entrada no resulta demasiado tranquilizador, aunque sigue siendo demasiado pronto para vaticinar lo que ocurrirá. Sin embargo hay una pregunta que no puedo dejar de plantearme. Si siempre nos habían dicho que
Estados Unidos era un país serio, un referente de estabilidad y garantías democráticas, y el bueno de Trump (lo de "bueno" por supuesto es un decir) es cualquier cosa menos serio ¿Cómo ha logrado salir elegido? ¿Qué coño ha pasado? ¿Y cómo diablos hemos llegado a algo así?