¿Preparan FAES y el PP una estrategia electoral con nuevos toques de extrema derecha populista? La pérdida de votos entre los simpatizantes moderados por la impopularidad de las medidas económicas y los escándalos de corrupción podría traducirse en una radicalización populista del discurso electoral del PP, que, combinada con la imagen de centro-derecha habitual, buscaría votos adicionales entre cierto perfil de ciudadanos.
Elisa Chulià, profesora de Ciencias políticas en la UNED
sostiene en su último artículo en Cuadernos de Pensamiento Político, la revista
de FAES, el think tank del PP, que el Estado del Bienestar está en peligro por
el altísimo coste de unos servicios sociales que ya no es capaz de sostener. En
el diagnóstico de esta situación, entre otros factores, se señala que si bien
el acceso de la mujer al mercado laboral ha aumentado los ingresos fiscales del
estado, por contra ha retrasado la nupcialidad y provocado un descenso de la
natalidad que explicaría el deterioro del sistema contributivo de pensiones.
Añade que por sus responsabilidades laborales las mujeres han dejado de
ocuparse de los ancianos, aumentando así el coste público de la atención a unos
mayores cada vez más longevos.
En el artículo de Chulià se aprecia un giro discursivo hacia
posiciones de extrema derecha populista. El PP lanza así un nuevo globo sonda a
través de la revista de FAES, probablemente con la intención de evaluar la
repercusión social de este discurso para diseñar su próxima estrategia
electoral. La visión tradicional y orgánica de la familia como célula de la
sociedad y la división sexual de los roles en su interior, se reactiva ahora en
el internamente heterogéneo Partido Popular para captar votos entre aquellos
ciudadanos que puedan simpatizar con este modelo social. El cálculo de la
pérdida de votos entre sus simpatizantes más moderados, aconsejaría este
viraje.
Que el PP está en crisis es tan evidente como que el PSOE lo
está; es una consecuencia lógica de los servicios prestados a prestamistas
externos y a la UE, que han pasado factura a los partidos mayoritarios de los
PIGS. Su equilibrio de fuerzas parlamentarias se desestabiliza por la impopularidad de las medidas neoliberales implementadas para
asegurar la devolución de la deuda externa pública y privada. Esto es de sobra
conocido por los casos manifiestos de Grecia e Italia, así como por el
descalabro electoral del PSOE en las últimas elecciones. Pero el PP acusa un desgaste añadido por los supuestos
escándalos de corrupción, que han dañado seriamente su imagen pública incluso
entre sus afines (1), presentándolo como un partido que presuntamente gobierna
en connivencia con los grandes grupos empresariales españoles, ignorando un
principio de legitimidad de todo poder democrático: la representación del
interés general por encima del privado.
¿Hacia dónde apunta FAES con este discurso? Los problemas de
violencia machista en España, las diferencias salariales entre hombres y
mujeres, las dificultades de éstas para promocionar laboralmente o la mera
cultura del macho ibérico todavía existente manifiestan que en nuestro país el
valor de la igualdad de género dista mucho de estar socialmente consolidado. La
radicalización del discurso del Think Tank del Partido Popular tendría como
objetivo electoral captar votantes entre los desempleados masculinos susceptibles
de conectar con una retórica que promete resolver las desorbitadas cifras de
desempleo devolviendo a las mujeres al hogar. Es decir, un reparto del trabajo
involucionista basado en criterios tradicionales de género, cuando desde mucho antes de los años 30 del pasado siglo existen propuestas más que sugerentes y equitativas. ( ¿Por qué no repartir el trabajo? )
Esta estrategia electoral se ha visto antes en Europa y es la
responsable del éxito de los partidos de ultradrecha en algunos comicios: en 1990 el 61 % de los votantes del Partido Liberal de Austria eran hombres, el mismo porcentaje para el Frente Nacional francés en 1988 y el 64 % de los Republicanos alemanes en 1989. Las líneas maestras del discurso y sus fines son los mismos: captar el voto de los parados masculinos con crisis de identidad debido a la traumática pérdida de su función de mantenedor de la familia. En 1984, Le Pen opinaba sobre la liberación de la mujer:“¿Hay necesidad para la mujer de aprender un trabajo? ¿Es responsable
alejarla del hogar? ¡Liberar a la mujer! Cuando se ha liberado a la abeja se
obtiene el bordón (2). Del mismo modo se ha pronunciado Haider sobre el
papel social de la mujer: “las mujeres no
deben inmiscuirse en las profesiones de sus maridos”, las mujeres están
mejor en casa porque “la familia y los
niños tienen prioridad” (3).
La presencia de las mujeres en el mercado laboral parece ser
la caja de pandora. Sin embargo, el descenso de la natalidad no es atribuible al
acceso de las mujeres al mercado laboral. Por el contrario la degradación de
las condiciones laborales y salariales en los últimos treinta años sobresale
como factor económico de relevancia. Si el logro de un puesto de trabajo fuera
un proceso fluido y que mayoritariamente concluyera en empleos estables, con
jornadas que permitiesen la conciliación de vida familiar y laboral, y con un
poder adquisitivo real que facilitase la formación y el mantenimiento económico
de una familia, las variaciones en el índice de natalidad quizá experimentarían una
repercusión positiva. Conviene subrayar que algunos de los problemas educativos
presentados por ciertos alumnos españoles derivan del poco tiempo que sus
padres y madres han podido dedicarles como consecuencia de sus antinaturales
jornadas laborales. Por otro lado, los factores laborales o económicos no son
los únicos a tener en cuenta en la explicación del comportamiento reproductivo
de los seres humanos. En las sociedades modernas postindustriales, las mejoras
en las condiciones materiales de vida han conducido a un cambio de valores en
los planteamientos vitales de los individuos. La experiencia de la maternidad o
paternidad no es valorada en los mismos términos ahora que hace cuarenta años y
hay personas que optan por retrasarla al máximo o incluso por no experimentarla
jamás porque priorizan otra forma de vivir.
Pero semejante presentación simplista de la problemática
socio-económica española no es accidental. Responde también al marqueting electoral y va
dirigida a un público de votantes potenciales acostumbrados a entender la
realidad en términos maniqueistas, buenos y malos, blanco o negro, sin matices
o explicaciones sofisticadamente enrevesadas. No es casual que los éxitos
electorales de la extrema derecha en Francia, Alemania, Dinamarca o Austria se
deban en parte a un electorado con un nivel de estudios bajo (4) y no olvidemos
que en España arrastramos más de una década con tasas de fracaso escolar en
torno al 25 %.
Resumiendo, el perfil de cierto votante potencial del PP podría ser el
siguiente: en principio hombre, (ojo, porque algunas mujeres podrían morder
este anzuelo), dentro de un tramo de edad amplio (desde los 18 años) y en paro;
poco, algo o nada educado en los valores de la igualdad de género y la
tolerancia entre sexos, capaz de creer que el problema del desempleo en España, y en el contexto de una economía globalizada, se resolverá mandando de nuevo a las mujeres a casa, y con un nivel educativo
bajo. Si usted se siente identificado con esta descripción, sea prudente, incluso drástico. Apague la tele, no escuche la radio, evite conversar sobre política y observar
vallas publicitarias, no lea ciertos periódicos. Si estos cambios le producen ansiedad consulte a su
médico y farmacéutico, pero ante todo recuerde que las promesas electorales
raramente se cumplen en este país.
Ramón F.
Notas
(2) Warin, Oliver. Le
Pen de A à Z. Albin Michel. Paris.
1995.
(3) Luverà, Bruno. Il
Dottor H. Haider e la nuova dresta europea. Einaudi. Turín. 2000.
(4) Mayer, Nonna. Ces
français qui votent FN. Flammarion. Saint-Amand-Montrond. 1999.
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La revuelta neoconservadora en la derecha española.
ResponderEliminarde Observatorio Metropolitano (Pablo Carmona, Beatriz García y Almudena Sánchez) Colección:Útiles 12
Una radical renovación se ha producido en las filas de la derecha española. Se trata de una nueva tendencia política que se muestra extremadamente activa tanto en la acusación a los supuestos culpables como en la presentación de soluciones a una crisis cada vez más desbocada.
Al modo del Tea Party estadounidense, cuenta con políticos, medios de comunicación, lobbies, instituciones y asociaciones civiles. Se autodenominan neoliberales y neoconservadores: intentan restaurar el principio de autoridad, la nación y la religión en las relaciones políticas, al tiempo que defienden el más descarnado antiestatismo y el libre mercado en las relaciones económicas, siempre sin renunciar al conchabeo y a un descarado trato de favor hacia sus socios económicos y su clientela política.
En este libro se analizan los orígenes históricos de esta tendencia en el liberalismo conservador español, al igual que su filiación atlántica con el pensamiento neocon estadounidense. También se estudia el complejo entramado institucional-mediático que dirigió la ola de movilizaciones conservadoras contra la administración socialista, así como las políticas institucionales en el principal de sus bastiones: el gobierno de la Comunidad de Madrid. A partir de este análisis una conclusión resulta evidente: la minoría neocon ha logrado reunir a una comunidad orgullosa de ser de derechas, capaz de movilizar los malestares y las inquietudes de una parte importante de la sociedad. En este sentido, entender tanto su método como sus formas de organización, del mismo modo que sus diferencias internas y sus puntos débiles, se muestra como una tarea imprescindible en la larga década que se abre bajo el mandato «popular».
El Observatorio Metropolitano de Madrid es un colectivo híbrido de investigación e intervención política formado por activistas y profesionales de distintos ámbitos. Su principal propósito es ofrecer síntesis críticas sobre las principales líneas de transformación de las metrópolis contemporáneas. Se trata de una labor desgraciadamente abandonada por la mayor parte del trabajo académico e institucional pero que resulta extremadamente urgente para emprender cualquier acción política democrática digna de tal nombre. Entre sus principales publicaciones se deben mencionar: Madrid ¿la suma de todos? Globalización, territorio, desigualdad (Traficantes de Sueños, 2007) y Fin de ciclo. Financiarización, territorio y sociedad de propietarios en la onda larga del capitalismo hispano (Traficantes de Sueños, 2010).