Algunas cosas que quizá te interese saber, pero de las que no se habla tanto como debiera.
Variación 2015-2011 de afiliados al régimen general según jornada y tipo de contrato para el
primer cuatrimestre de cada año (Fuente: nuevatribuna.es).
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1. En España se han destruido alrededor de 800.000 empleos a tiempo completo desde 2011. Con los últimos datos del empleo publicados esta semana, el gobierno del Partido Popular ha vuelto a sacar pecho vendiéndonos su "recuperación" económica y la disminución de las cifras del paro como un rotundo éxito de sus políticas laborales. Parece que lo único que les importa es dejarnos con unos cuantos parados menos que los que dejó el gobierno de Zapatero, como si eso fuera para tirar cohetes. Sin embargo un análisis más detallado de estos datos desmiente rápidamente el optimismo del gobierno.
Como se puede comprobar en el gráfico del encabezado, obtenido a partir de los datos de las afiliaciones a la Seguridad Social según la variación en el periodo 2011-2015, desde que el gobierno del Partido Popular subió al poder se han destruido alrededor de 800.000 empleos en régimen de jornada completa (entre indefinidos, la gran mayoría, y temporales). Asimismo se puede observar un repunte moderado de otras modalidades de contratación desde 2011, llamando especialmente la atención el aumento de los contratos temporales a tiempo parcial y los formativos (lo que toda la vida se ha llamado "prácticas de empresa"). Estos últimos eran hasta hace unos años un modelo minoritario si lo comparamos con otros tipos de contrato, pero los populares han decidido convertirlos en una de las herramientas con las que maquillar el panorama laboral en España. En resumen, que las raquíticas cifras de crecimiento del empleo tan cacareadas por el gobierno se respaldan en la precariedad más absoluta, obviando la gravísima destrucción de empleo de calidad que ha tenido lugar en estos últimos años. Y es más, cuando la encuesta de la EPA nos decía que a finales de 2014 las cifras de desempleo en España rondaban el 23%, ocultaba segmentos de la población que ya han dejado de buscar trabajo de manera activa (más de un millón de personas) y a aquellos que, por el motivo que sea, no están disponibles para emplearse de forma inmediata (unas 219.000 personas), con lo que la tasa de paro se elevaría al 28,7% (ver Continúan con el desempleo sin contar - el Blog Salmón -). Si a todo eso le sumáramos el número de españoles que se ha marchado fuera a buscar trabajo, que tampoco cuentan para el Partido Popular, y que la cifra de parados de larga duración que ya no percibe ningún tipo de prestación no hace sino que aumentar, queda claro que los datos no invitan ni mucho menos al optimismo.
2. Grecia es uno de los países de la OTAN que destina un mayor porcentaje de su PIB al gasto militar. Concretamente en este ámbito sólo le superan Estados Unidos, que destinó en 2014 un 4,4% de su PIB a Defensa, y el Reino Unido, con un 2,4% frente al 2,3% del PIB del país heleno en ese mismo año. En contraposición nos encontramos que Francia destinó en 2014 un 1,9% de su PIB al gasto militar y Alemania tan sólo el 1,3% (siendo éste uno de los porcentajes más reducidos entre las principales potencias atlantistas). Dadas sus necesidades estratégicas es comprensible que tanto estadounidenses como británicos destinen una porción relevante de su riqueza a los presupuestos de Defensa. Pero, ¿y los griegos? ¿Necesitan realmente destinar tantos recursos al gasto militar con la situación que vive el país?
Antes de que estallara la crisis Grecia era con diferencia el país de la UE con mayor gasto militar y en la actualidad dispone de un ejército de 150.000 soldados, mayor por ejemplo que el español, que dispone de algo más de 130.000 efectivos (cuando España tiene cuatro veces más habitantes que Grecia). Si esto ya llama la atención otras cosas rozan lo surrealista. Por ejemplo, el ejército heleno dispone en la actualidad de un total de 1.620 tanques, en su mayoría modelos Leopard 1 y Leopard 2 de última generación y de fabricación alemana (en otras palabras, los teutones les han vendido un buen número de juguetitos muy caros). Esto supone que Grecia posee ¡más tanques que Alemania, Francia e Italia juntas! (ver Grecia y lo que no se dice de su gasto militar - ATTAC -). Sencillamente de locos. De hecho los distintos gobiernos habidos en Atenas en la última década han adquirido compromisos de pago de equipamiento militar por valor de 12.000 millones de euros, en su mayor parte con empresas alemanas y norteamericanas.
Luego dirán que los griegos han vivido por encima de sus posibilidades, que han sido unos irresponsables y unos derrochadores y que por eso han de sufrir bajo el yugo de la austeridad hasta que paguen una deuda que en realidad es impagable. Pero no nos hablan de estos extraños tejemanejes con los gastos militares de los anteriores gobiernos helenos, en los que los intereses alemanes y de otros países tienen mucho que ver. La conclusión, menos tanques, submarinos, aviones y soldados, y más recursos para aliviar a una población que vive asfixiada desde hace años.
3. Ciertos indicadores parecen sugerir que la economía mundial está al borde de un nuevo colapso más grave incluso que el de 2008. Mientras la aparentemente imparable locomotora china frena su ritmo de crecimiento y se desata una guerra de divisas global ante la debilidad de monedas de referencia como el dólar y el euro, no pocos expertos dan la voz de alarma ante la evolución de ciertos indicadores económicos. Uno de ellos es el llamado Índice Baltic Dry, que mide diariamente el volumen de fletes marítimos de carga a granel a través de las veinte rutas marinas más importantes del mundo, lo que no es otra cosa que una forma de tomarle el pulso al estado del comercio mundial día a día. Pues bien, dicho índice se encuentra en el mínimo histórico de los últimos cuarenta años, cayendo a los 580 puntos, cuando a finales de 2008 se situaba sobre los 11.000 puntos.
Las causas del colapso del Índice Baltic Dry pueden ser múltiples, pero qué duda cabe que están relacionadas con una clarísima contracción de los intercambios comerciales a escala mundial, y no precisamente una pasajera o poco relevante. No sé yo, pero que algo así esté sucediendo no debe de ser un síntoma especialmente bueno de cómo están las cosas. Si a esto le añadimos otros factores, como la crisis de la deuda en varios países de la zona euro (de la que Grecia o España serían buenos exponentes), que las principales instituciones financieras (la Reserva Federal estadounidense o el BCE) hayan inyectado alrededor de 20 billones de dólares para aumentar la liquidez en los mercados financieros en un intento (¿desesperado?) por contener la deflación, o que el déficit comercial de Estados Unidos haya alcanzado la cifra récord de 51.400 millones de dólares, se nos presenta un panorama no especialmente halagüeño. Por mucho que digan ciertos vendedores de humo desde instancias gubernamentales o medios de comunicación serviles con el poder, la crisis iniciada en 2008 está lejos de superarse. Ojalá los indicadores se equivoquen, pero tal vez lo visto hasta el momento sólo sea el principio.
4. La comunidad judía de origen etíope residente en Israel es víctima de una marginación y discriminación constantes. Se los conoce como los Beta Israel o falashas, término este último un tanto despectivo que significa "extranjero". Entre los años 1979 y 1991 Israel trasladó a la gran mayoría de los etíopes de religión judía, que durante siglos habían vivido en el país africano, en el trascurso de una serie de operaciones militares denominadas "Moisés", "Josué" y "Salomón". De esta manera el gobierno hebreo pregonaba el papel de Israel como el protector natural de todos aquellos judíos que, alrededor del mundo, se encontraban en una situación precaria. La Tierra Prometida sería a partir de entonces hogar y santuario de todos ellos sin distinciones de ningún tipo.
No obstante décadas después de esta "abducción" la situación de los alrededor de 140.000 falashas que residen en Israel dista mucho de ser ideal. Sus orígenes, costumbres diferenciadas y color de piel los hacen ser el blanco del rechazo y la discriminación por parte del resto de la comunidad judía del país, mayoritariamente de origen europeo. A pesar de que los expatriados etíopes cumplen con sus obligaciones militares como cualquier otro ciudadano (salvo los colonos ultraortodoxos de los asentamientos ilegales de Cisjordania, que están exentos del servicio "por razones religiosas"), sufren discriminación a la hora de acceder a estudios superiores o a determinados puestos de trabajo, ya sea en la administración pública o el sector privado. Esto hace que alrededor de la mitad de ellos viva en la pobreza y que el 40% de los jóvenes que ingresan en el sistema penitenciario israelí sean falashas, cuando esta comunidad constituye apenas el 2% de la población del país.
La situación terminó de explotar la pasada semana, cuando la policía propinó una brutal e injustificada paliza a un joven etíope que todavía estaba cumpliendo con el prolongado servicio militar israelí (ver BBC mundo). Las protestas subsiguientes degeneraron en disturbios violentos en las calles de Tel-Aviv, en los que los antidisturbios se emplearon con una contundencia que sólo suelen mostrar con los ciudadanos árabes, lo cual no hizo sino encender todavía más los ánimos de la comunidad etíope. A pesar de los gestos del presidente Netanyahu no es la primera vez que se producen incidentes de este tipo, lo cual no hace sino demostrar la situación de desigualdad en la que siguen viviendo la mayoría de falashas.
5. El programa de la FAO para la erradicación del hambre y la pobreza en América Latina se denomina Hugo Chávez Frías en honor al fallecido presidente venezolano. De esta manera el organismo de Naciones Unidas honraba la memoria del que fue presidente de Venezuela durante catorce años. Y ello es debido a que, durante su mandato, Hugo Chávez realizó importantes esfuerzos para erradicar la pobreza extrema en su país, reduciendo con éxito el porcentaje de población que vivía en esta situación desde el 21% al 7,3% en el periodo 1998 a 2011 (ver Venezuela es uno de los tres países que han logrado mayor reducción relativa de la pobreza). De hecho fueron estos programas sociales en apoyo de los más desfavorecidos los que afianzaron su respaldo popular y le permitieron revalidar la presidencia, aunque algunos llamarán a esto populismo.
No se trata aquí de hacer apología de la revolución bolivariana de Venezuela, pero sí el pasado año los responsables de la FAO para Latinoamérica y el Caribe le dieron el nombre de Hugo Chávez Frías a su programa para la erradicación del hambre y la pobreza en esa parte del mundo, será por que éste fue un ejemplo en lo referente a las políticas a seguir. Dudo yo bastante que a estas alturas la ONU ande infestada de rabiosos izquierdistas antisistema con ganas de tomarle el pelo a la Comunidad Internacional. Tal vez el demonio bolivariano no sea tan terrible como por aquí nos lo pintan.
Evolución del Índice Baltic Dry desde 2011 hasta la actualidad (Fuente: el Blog Salmón). |
Las causas del colapso del Índice Baltic Dry pueden ser múltiples, pero qué duda cabe que están relacionadas con una clarísima contracción de los intercambios comerciales a escala mundial, y no precisamente una pasajera o poco relevante. No sé yo, pero que algo así esté sucediendo no debe de ser un síntoma especialmente bueno de cómo están las cosas. Si a esto le añadimos otros factores, como la crisis de la deuda en varios países de la zona euro (de la que Grecia o España serían buenos exponentes), que las principales instituciones financieras (la Reserva Federal estadounidense o el BCE) hayan inyectado alrededor de 20 billones de dólares para aumentar la liquidez en los mercados financieros en un intento (¿desesperado?) por contener la deflación, o que el déficit comercial de Estados Unidos haya alcanzado la cifra récord de 51.400 millones de dólares, se nos presenta un panorama no especialmente halagüeño. Por mucho que digan ciertos vendedores de humo desde instancias gubernamentales o medios de comunicación serviles con el poder, la crisis iniciada en 2008 está lejos de superarse. Ojalá los indicadores se equivoquen, pero tal vez lo visto hasta el momento sólo sea el principio.
4. La comunidad judía de origen etíope residente en Israel es víctima de una marginación y discriminación constantes. Se los conoce como los Beta Israel o falashas, término este último un tanto despectivo que significa "extranjero". Entre los años 1979 y 1991 Israel trasladó a la gran mayoría de los etíopes de religión judía, que durante siglos habían vivido en el país africano, en el trascurso de una serie de operaciones militares denominadas "Moisés", "Josué" y "Salomón". De esta manera el gobierno hebreo pregonaba el papel de Israel como el protector natural de todos aquellos judíos que, alrededor del mundo, se encontraban en una situación precaria. La Tierra Prometida sería a partir de entonces hogar y santuario de todos ellos sin distinciones de ningún tipo.
No obstante décadas después de esta "abducción" la situación de los alrededor de 140.000 falashas que residen en Israel dista mucho de ser ideal. Sus orígenes, costumbres diferenciadas y color de piel los hacen ser el blanco del rechazo y la discriminación por parte del resto de la comunidad judía del país, mayoritariamente de origen europeo. A pesar de que los expatriados etíopes cumplen con sus obligaciones militares como cualquier otro ciudadano (salvo los colonos ultraortodoxos de los asentamientos ilegales de Cisjordania, que están exentos del servicio "por razones religiosas"), sufren discriminación a la hora de acceder a estudios superiores o a determinados puestos de trabajo, ya sea en la administración pública o el sector privado. Esto hace que alrededor de la mitad de ellos viva en la pobreza y que el 40% de los jóvenes que ingresan en el sistema penitenciario israelí sean falashas, cuando esta comunidad constituye apenas el 2% de la población del país.
La situación terminó de explotar la pasada semana, cuando la policía propinó una brutal e injustificada paliza a un joven etíope que todavía estaba cumpliendo con el prolongado servicio militar israelí (ver BBC mundo). Las protestas subsiguientes degeneraron en disturbios violentos en las calles de Tel-Aviv, en los que los antidisturbios se emplearon con una contundencia que sólo suelen mostrar con los ciudadanos árabes, lo cual no hizo sino encender todavía más los ánimos de la comunidad etíope. A pesar de los gestos del presidente Netanyahu no es la primera vez que se producen incidentes de este tipo, lo cual no hace sino demostrar la situación de desigualdad en la que siguen viviendo la mayoría de falashas.
5. El programa de la FAO para la erradicación del hambre y la pobreza en América Latina se denomina Hugo Chávez Frías en honor al fallecido presidente venezolano. De esta manera el organismo de Naciones Unidas honraba la memoria del que fue presidente de Venezuela durante catorce años. Y ello es debido a que, durante su mandato, Hugo Chávez realizó importantes esfuerzos para erradicar la pobreza extrema en su país, reduciendo con éxito el porcentaje de población que vivía en esta situación desde el 21% al 7,3% en el periodo 1998 a 2011 (ver Venezuela es uno de los tres países que han logrado mayor reducción relativa de la pobreza). De hecho fueron estos programas sociales en apoyo de los más desfavorecidos los que afianzaron su respaldo popular y le permitieron revalidar la presidencia, aunque algunos llamarán a esto populismo.
No se trata aquí de hacer apología de la revolución bolivariana de Venezuela, pero sí el pasado año los responsables de la FAO para Latinoamérica y el Caribe le dieron el nombre de Hugo Chávez Frías a su programa para la erradicación del hambre y la pobreza en esa parte del mundo, será por que éste fue un ejemplo en lo referente a las políticas a seguir. Dudo yo bastante que a estas alturas la ONU ande infestada de rabiosos izquierdistas antisistema con ganas de tomarle el pelo a la Comunidad Internacional. Tal vez el demonio bolivariano no sea tan terrible como por aquí nos lo pintan.
Agencia Tigris
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